sábado, 5 de abril de 2008

Mirada pausada y borrosa

Escribo desde la soledad de mi mini-house. Una mísera, pero encantadora y propia, habitación de hotel que me deja tiempo para pensar y para sentir y para perderme en mi nueva situación de unicidad. Leo (libros y revistas, todo al mismo tiempo), veo pelis ("Talk to me" no es tan mala como me dijeron. Cuestión de expectativas y psicología, supongo), revisito a Mortadelo y Filemón (gracias a Público), veo a gente y me apunto a cursos con la intención de llenar silencios incómodos y seguir aprendiendo... Todo pasa y todo queda. A veces, hay que dejar atrás para poder seguir adelante. Pese a todo, pese a la espinita. Hay momentos de nubarrones vitales y creativos, hay lugares comunes que querrías visitar o conocer y hay otros que quieres dejar en momento pausa. También hay hechos consumados que deberían permanecer así, consumados, y no volver, ni ser eterno retorno. Mi camino se halla trufado de notas a pie de página, pero también de novelas, biografías, ensayos y cómics. Todos sabemos que las cosas ocurren de forma abrupta o pausada, pero ocurren.
AHORA ESTOY BORROSA